
Hola queridos amigos de SoFiA e.V., soy Carla y estas son mis experiencias en Alemania durante estos 5 meses (no puedo creer que ya sean 5 meses), así que tal vez esto sea extenso, no lo sé, pero lo descubriremos juntos.
Aún recuerdo cuando llegamos a Alemania y Vicki nos esperaba en el aeropuerto con cruasanes y coca colita, tan linda ella; realmente parecía un sueño, todo era tan diferente y nuevo, la nieve cubría todo con un manto blanco, parecía sacado de una película.
Quiero contarles mis experiencias de la siguiente forma:
Mi familia de acogida…
Cuando me presentaron a mi familia de acogida me sentí en mucha calma, aunque no los conociera, personalmente pienso que Angi y Herbert son personas muy amables, buenas y con un corazón dispuesto a ayudar, siempre me sentí bienvenida en su familia y entre sus amigos más cercanos. Los fines de semana se componían de ir a tomar un cafecito al restaurante Louisiana, paseos en bicicleta mirando el rio Mosela y cenar junto a sus mejores amigos y todo esto amigos míos solo en alemán, creo que eso fue una gran oportunidad para crecer en mi aprendizaje en la lengua alemana.
Estoy muy agradecida y feliz con mi familia de acogida que tuve.
Mis sentimientos…
Nos veo a todos nosotros los voluntarios y de verdad pienso que fuimos muy valientes y muy soñadores para aceptar esta misión, esta oportunidad de la vida, este regalo de Dios.
Aprender alemán y vivir en Alemania te enseña a escuchar, a estar más atento, te reta a crecer, te reta a ver de lo que eres capaz de hacer, a adaptarte, a verte solo y a pesar de ello continuar y no rendirte, por lo menos desde mi percepción se siente así; esto conlleva muchas alegrías y tristezas también. La alegría de escuchar el llamado de Dios y ser capaz de responder con un “Si”, a pesar de las adversidades, creo que eso es de valientes porque lo dejamos todo en nuestros países: familia, amigos, nuestra lengua materna, todo, solo por servir mas halla de nuestras fronteras como nos enseña Jesús.
Los primeros 3 meses pensaba mucho en el momento en el que regresaría a Bolivia y esperaba esto con mucho anhelo, pero la semana pasada me di cuenta de que también me dolerá dejar Alemania, me di cuenta de que ya le he agarrado el ritmo a Alemania y que también me he encariñado con los otros voluntarios, con los jóvenes del proyecto, con la familia con la que vivo y aunque no me crean con el idioma también.
Así que quiero disfrutar al máximo todo el tiempo que me queda aquí, claro que hubo momentos difíciles, pero yo elijo aprender de eso y valorar mas los momentos hermosos que llevo y me llevare en el corazón para siempre.
Mi proyecto y vida en Saarbrücken
Vivir en Saarbrücken y estar en el café Exodus me está enseñando muchas lecciones valiosas, como aprender a escuchar desde el corazón a quien lo necesitan, a actuar desde la tranquilidad del silencio, a acompañar a los jóvenes cuando se sienten tristes, a ver mas halla de lo que se puede ver y a observar que muchas veces la ayuda puede venir de quien menos te lo esperas, que si abres tu corazón puedes llevarte una hermosa sorpresa y que también puedes ver el amor de Dios incluso en los detalles mas pequeños y en los lugares que menos te imaginas.

Till Edlinger (jefe de Café Exodus) y yo
6 países, un solo corazón
Alemania nuestra anfitriona y nosotros los 13 jóvenes que vivimos este voluntariado por la paz aquí, 13 jóvenes soñadores, que buscan algo mas que solo estar cómodos en su país, que quieren ser parte del cambio, que quieren ayudar, con corazones de oro. Estoy muy contenta con el hermoso grupo que conformamos a pesar de nuestras diferencias culturales, es lindo ver como nos queremos y apoyamos entre todos, juntos podemos con todo.
Gracias querido equipo de SoFiA e.V., por su trabajo, por su compromiso y por cuidar de nosotros durante este año de voluntariado, Dios les bendiga y acompañe siempre con su buen amor.
Vuestra Carla Daniela Salgueiro Forquera

Yo en el norte de Alemania

Yo en el norte de Alemania

Yo en un viaje urbano